Trapalanda es la nueva plataforma digital de la Biblioteca Nacional (
http://www.bn.gov.ar/).
Trapalanda era el nombre de una tierra mítica y ensoñada. La buscaron para conquistarla y les fue esquiva. Se convirtió en imagen en el ensayo y nombre de alguna revista.
Para la Biblioteca Nacional es el nombre de una utopía: la puesta en acceso digital de todos sus fondos. Aquí se encontrará el lector con distintas colecciones, en las cuales los libros y documentos que la institución atesora se encuentran en forma digital.
Está conformada por:
Las imágenes constituyen un archivo: en él se encuentran tanto los registros de aquello que aconteció sin estar destinado a la conservación –una mesa redonda, un concierto, una conferencia– como registros producidos especialmente para el archivo –testimonios, entrevistas–. Distinto tipo de historicidad en el origen, pero una misma función: presentarse como reservorio de una memoria común de los hechos que son contemporáneos.
Como todo archivo, éste es lacunar y arbitrario: de las miles de actividades que se realizaron en la Biblioteca Nacional, en sus dos edificios, algunas están filmadas y puestas aquí para su consulta y disfrute.
Presentamos aquí diversos registros de audio que forman parte de la Audioteca-Mediateca Gustavo “Cuchi” Leguizamón. Agrupados en las colecciones Música y Palabra se pueden escuchar registros de conferencias, presentaciones de libros, conciertos y otros acontecimientos culturales que tuvieron lugar durante los últimos años en diversos espacios de la Biblioteca Nacional, así como grabaciones clásicas que integran el patrimonio de la institución.
-Documentos fundacionales Los edictos, mandatos publicados por orden superior para ser conocidos y cumplidos por los diferentes sectores, forman una interesante colección de bandos que posee la Biblioteca Nacional que se pone a disposición de los lectores. Del mismo modo, las proclamas, notificaciones públicas de hechos importantes de carácter político y/o militar para que lleguen a conocimiento de todos los habitantes, también están disponibles aquí para su lectura.
La Biblioteca Nacional posee la colección de exlibris más importante de América. Fue donada en 1979 por los herederos de María Magdalena Otamendi de López Olaciregui, coleccionista y fundadora de la Asociación Argentina de Exlibristas. Entre las 26.000 piezas originales, donde predominan las de origen europeo, podemos encontrar también exlibris japoneses y argentinos, en los que se destacan los trabajos de artistas como Adolfo Bellocq, Emilio Bertrán, Alejandro Sirio, Pompeyo Audivert, Miguel Salvat y Alfredo Guido. La colección incluye exlibris realizados para Natalio Botana, Enrique Fitter, Joaquín V. Gónzalez, Alejandro Korn, Enrique Larreta y Ángel Gallardo, entre otros.
La Biblioteca Nacional posee un enorme volumen de folletos. Se trata de una de las colecciones más valiosas del país que conserva gran cantidad de publicaciones en diversos formatos y tamaños en un amplio arco diacrónico. Reúne textos judiciales, prospectos científicos, guías de ciudad, ediciones de poesía, separatas de conferencias, ediciones de literatura popular ilustradas. En su heterogénea constitución este fondo documental puede ser una invitación sigilosa a conocer los itinerarios divergentes de las publicaciones nacionales. Las informaciones políticas, las causas criminales, los registros impresos de los discursos y conferencias, los versos amorosos y los debates científicos reunidos aquí para el alcance de especialistas y lectores curiosos.
La Biblioteca Nacional Mariano Moreno cuenta con un patrimonio fotográfico considerable, con obras argentinas y extranjeras de los siglos XIX y XX.
Se destacan originales de autores emblemáticos de la historia fotográfica nacional, como Esteban Gonnet, Benito Panunzi, Christiano Junior, Edmond Lebeaud, Antonio Pozzo, Samuel Boote, Samuel Rimathe y otros pioneros de la cámara.
Hablar de la Biblioteca Nacional es hablar de sus colecciones, muchas de ellas son verdaderos tesoros que se han ido acumulando a traves de los años por medio de donaciones, compras y depósito legal. En esta sección podrán conocerlas y leer muchos de los libros que las integran.
La colección de manuscritos de la Biblioteca Nacional reúne documentos originales de puño y letra de importantes autores y personajes históricos. Formada a partir de donaciones y adquisiciones, esta colección incluye papeles, correspondencia y cuadernos de trabajo de Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Leopoldo Lugones, César Tiempo, Manuel Mujica Láinez y Silvio Frondizi, entre otros. Algunas piezas remarcables de esta colección son los borradores de El Payador y Dogma de obediencia, de Leopoldo Lugones, y la traducción de la Constitución Federativa de los Estados Unidos de Ámerica, realizada por Mariano Moreno.
Los mapas formaron parte de los fondos generales de la Biblioteca desde su fundación en 1810; aun así, fue recién a partir de 1940 que tuvieron un espacio de guarda y consulta separados del resto de la colección, quedando inaugurada de ese modo la Mapoteca. Su acervo incluye material cartográfico nacional e internacional, como por ejemplo, atlas y mapas físicos, políticos, topográficos, mapas celestes, geológicos, ferroviarios y de comunicaciones, camineros, catastrales, etnográficos, de recursos económicos, turísticos y planos de ciudades; cuya antigüedad se remonta hasta 1699.
-Materiales gráficos Esta colección de materiales gráficos se compone de un amplio espectro de materiales, entre los que se pueden encontrar caricaturas, carteles y afiches, exlibris, grabados en sus diferentes técnicas (aguafuerte, xilografía, litografía, etc.), fotograbados, dibujos y pinturas. Estos materiales están presentes en los fondos de la Sala de Tesoro y de la División Mapoteca-Fototeca.
-Música impresa y manuscritaEl acervo musical está integrado principalmente por partituras impresas y manuscritas del siglo XIX y XX de música académica, folclórica y popular, pertenecientes a compositores argentinos y/o rioplatenses de variados géneros, formas, corrientes y orígenes culturales.
La Biblioteca Nacional posee la más amplia colección de periódicos y diarios producidos en el país desde la época de la colonia hasta nuestros días; también conserva una muy amplia colección de periódicos europeos y americanos que van desde el siglo XVIII.
Todo tipo de periódico es conservado en la Biblioteca, los hay nacionales, provinciales y locales, también hay colecciones particulares y los de de interés general y aquellos que responden a intereses sectoriales como gremios, colectividades, parroquias, partidos políticos, asociaciones diversas o de determinado interés cultural o tema.
La tarea de preservar y custodiar los libros no es ajena al amoroso entusiasmo por la difusión de ideas, conocimientos y artes. Por ello, la Biblioteca Nacional desde sus inicios estuvo cercana a la edición de revistas, libros, documentos. Mariano Moreno argumentó su fundación al tiempo que encargó la reimpresión del Contrato social de Rousseau. En 1879 se publicó el primer número de la revista La Biblioteca. Pasó mucho tiempo y en la última década se realizaron numerosas ediciones en la Biblioteca Nacional, a través de diversas colecciones, que abarcan un amplio abanico de autores, temas y estilos. Se expresa así el enlace que constituye a la institución, entre el cuidado de lo heredado y la producción de lo nuevo.
La Biblioteca Nacional contiene una muy amplia colección de revistas que documentan el registro vivo de la nación, revistas de gran duración en el tiempo, grandes y pequeñas, trascendentales y triviales, la cultura en sus diversas formas de manifestarse nutre las páginas de las revistas.
Cabe destacar que además de custodiar las revistas publicadas en el país desde la época de nuestra organización nacional, se mantiene también una extensa colección de revistas extranjeras que se remonta a revistas europeas del siglo XVIII.Vía canalAR