Enrique Dans nos brinda una lista de puntos sobre los que reflexionar acerca del uso de Twitter, de mucha utilidad tanto para quienes recién comienzan, como para aquellos que llevamos varios años en la red de microblogging.
- ¿Para qué quieres Twitter? ¿Qué pretendes? Si solo quieres hablar con tus amigos, usa una herramienta de mensajería. Twitter es para crear y desarrollar un perfil público, asociado o no a tu persona. Puede ser anónimo, seudónimo o del tipo que quieras, Twitter no desaconseja ese uso ni obliga a una vinculación con un nombre real, como hace Facebook… pero por anónimo que seas, no hagas tonterías ni lo utilices para cosas de las que podrías arrepentirte.
- Si eres una empresa o una celebridad, estar en Twitter se convierte en prácticamente una necesidad. Si no estás en esos casos, usar Twitter es completamente voluntario, y dependerá de lo que quieras hacer con tu imagen pública, si es que te planteas hacer algo, o de si quieres mantenerte informado de lo que pasa en el mundo o en temas específicos manteniendo la posibilidad de opinar sobre ello. No hay ningún medio en el mundo en el que, siguiendo a las personas adecuadas, te informe mejor ni más rápidamente.
- Twitter es una herramienta pública. La inmensa mayoría de los perfiles publican en abierto, de manera que si vas a publicar en cerrado, lo normal será que tengas unas motivaciones para el uso de la herramienta diferentes a las de la mayoría. No hay nada malo en usar Twitter para que te lean solo tus amigos y nadie más que tus amigos, pero ni es lo normal hoy en día, ni te aplicarán la mayoría de los puntos en esta lista. Tampoco hay nada malo en usar Twitter solo para leer y recibir actualizaciones que te interesan, simplemente tendrás que tener en cuenta que lo único interesante que tu cuenta de Twitter dirá de ti es a quiénes decides seguir. La esencia de Twitter en 2015 es ser una red pública en la que tus actualizaciones son vistas en principio por tus seguidores, pero pueden llegar a ser vistas por muchas personas más. Si no estás preparado para que algo que has dicho pueda ser visto, por la razón que sea, por muchas personas, no lo escribas.
- Manejar varias cuentas de Twitter es una situación próxima a la esquizofrenia. No, no necesitas una cuenta para temas personales y otra para temas corporativos, porque todos tenemos una vertiente personal y otra corporativa, y no hay nada malo en ello. Otra cosa es qué parte de esas vertientes quieres compartir en público: eso ya es una decisión personal.
- Twitter no es ni bueno ni malo, ni aburrido ni entretenido. Las cuentas que siguen lo son. Si no estás extrayendo valor a Twitter, es que no sigues las cuentas adecuadas. Replantéatelo.
- Si usas Twitter para ser un imbécil, seguramente seas un imbécil. Y en ese caso, usar Twitter es demostrar a todo el mundo que lo eres. Lo que equivale a ser aún más imbécil.
- Tu abuela tenía razón: una de las cosas más importantes en público es el saber estar. Si no sabes estar, Twitter puede ser una horrible manera de demostrarlo, que seguramente no hará ningún favor a tu imagen pública. Si no sabes estar, hazte un favor y háznoslo a los demás: no uses Twitter.
- La finalidad de Twitter no es “tener muchos seguidores”. El éxito no está necesariamente representado por el número de seguidores. Si te sigue mucha gente, será o bien porque tu cuenta es la continuación en la red de tus actividades fuera de ella, o porque lo que dices les aporta suficiente valor como para seguirte. Puedes plantearte tu aporte de valor de muchas maneras distintas, o simplemente usarlo para cosas que te aporten valor a ti (como recolectar noticias y comentarios interesantes).
- Twitter es una conversación. En una conversación, los que dicen tonterías son calificados de tontos. Los que insultan, utilizan la ironía de manera hiriente o siempre están enfadados pueden llegar a resultar muy desagradables. No hay nada malo en usar Twitter para protestar por algo o para expresar una queja, pero si únicamente lo usas así, te calificarás y definirás de una manera que posiblemente no te guste. Si tu uso de Twitter te coloca en alguna de esas categorías, puede llegar a ser una etiqueta incómoda que te cueste quitarte.
- Twitter es bidireccionalidad. Si solo vas a usarlo para escribir, pero no para interactuar, estarás obteniendo de Twitter un valor limitado. Los mensajes directos (DM) son una herramienta más de comunicación: hay interacciones que, si no tienen trascendencia más que para el que la plantea, es mejor contestar por DM y no públicamente. Si puedes gestionarlos, tus DM estarán mejor en abierto. Si eres una empresa, Twitter no solo sirve para servicio al cliente, sino que puede que casi te obligue a ello. No contestar a nadie es una evidente descortesía – pero hay cosas que no precisan o no merecen contestación.
- Twitter es compartir. Puedes compartir partes de ti mismo que no muestras por otros canales, puedes compartir lo que lees, puedes compartir lo que piensas, puedes compartir lo que pasa cerca de ti, puedes compartir lo que opinas de cosas que comparten otros… la cosa es compartir. Lo que compartes determina el valor que otros pueden obtener cuando te siguen.
- Si eres una compañía, procura que tu Twitter tenga cara y ojos, que se sepa con quién se está hablando. Si pides a una agencia que lo gestione, lo más probable es que lo haga mal, e incluso si lo hiciese bien, será acartonado, impersonal y sobre todo, falso. No he visto ningún buen ejemplo de cuentas corporativas de Twitter llevadas por una agencia, y sí infinidad de ellos malos o muy malos. Si eres una celebridad y no vas a gestionar tú mismo tu cuenta de Twitter, sé abierto y claro con ello, y no pierdas completamente el componente personal. Las personas no escalan y puede ser imposible, según tu nivel de asimetría, que contestes tú mismo a todo… pero no dejes de escribir tú mismo, al menos de vez en cuando.
- Usar Twitter para crear contenido está bien, pero el contenido se entierra muy rápidamente. Repetir constantemente lo que ya dijiste es una pesadez, como tener a alguien en una conversación que constantemente repite las mismas frases. No creas a quienes te dicen que tienes que repetir todo tres veces para que te lea más gente, es enormemente cansino. Para muchos, Twitter es la versión moderna del RSS: si vas a crear contenido de manera consistente, ponlo en otro sitio y usa Twitter para informar cuando lo actualizas.
- Twitter es un mundo mucho más plano que otros sitios. Si dices algo interesante, esa persona aparentemente inalcanzable puede contestarte, retuitearte o marcarlo como favorito. No hay nada malo en usar Twitter para sentirte más cerca de personas a las que sigues, simplemente entiende que no todo el mundo puede contestar a todo y a todas horas. No seas pesado. Del mismo modo, entiende que detrás de esa cuenta de Twitter hay una persona: no digas a esas personas cosas que no les dirías si las tuvieras delante (y si lo haces, vuelve a leer el punto referido a ser un imbécil).
- Revisa lo que publicas, reléelo varias veces, asegúrate de que está bien escrito. Si es tu imagen pública, no quieres quedar como un descuidado o como un torpe. Todos podemos tener un typo o una falta… pero es mejor no tenerlas. Y no tuitees borracho. Repetimos: no tuitees borracho
- Integra Twitter en otros aspectos de tu vida. Si Twitter es una herramienta aislada y no relacionada con otras cosas que haces en tu vida, no conseguirás nada con su uso, y lo más probable será que acabes abandonándola.